Les propongo un ejercicio… Creo, incluso, que ya lo he propuesto en otro artículo…
Siéntense un momento, cierren los ojos y vayan hacia atrás en ese día… en esa semana… en sucesivos fines de semana… en meses… en periodos de su vida… y traten de identificar aquellas situaciones, momentos, en los que sintieron que todo su ser estaba PRESENTE. Elijan uno e intente observar donde estaban, cómo era el lugar, en qué momento vital se encontraban, qué estabaN haciendo, para qué… ¿estabas acompañad@? ¿quiénes eran? ¿disfrutaban? ¿cómo te sentías?…
A continuación, dale espacio a eso que sentías y deja que se expanda por tu cuerpo.
De esta experiencia y palabras me gustaría destacar dos cuestiones:
- Una es la sensación de estar en el presente sin más.
- Otra la repetición.
Me gustaría que trataras de identificar qué fue lo que te sirvió de esas situaciones:
- Escuchar sin prejuicios lo que te decía la otra persona cuando conversábamos.
- Dejar de lado el run-run de la cabeza y sumergirme en lo que estaba haciendo.
- Conectar con el placer.
- Permitirme ir más allá del miedo o la vergüenza.
Para dar este último paso, ¿qué me dio seguridad?
- Que la persona que estaba conmigo me escuchó sin prisas ni juicios.
- Que aceptó que sentía miedo o vergüenza y me dio tiempo para poderlo expresar.
- El encontrar el lugar y/o las personas para vivir esa experiencia.
- El ver las ganancias de ir más allá y valorando si era el momento para mí o no.
Estos son recursos que me pueden ayudar, a mí y/o a las personas que te rodean, para afrontar ese otro VACÍO QUE NOS DA MIEDO. Me refiero a cuando tenemos que tomar una decisión que te da miedo, cuando tu hij@ te dice que está aburrido y no sabe qué hacer o le da vergüenza hacer algo pero quiere intentarlo.
En cuanto a la repetición, ”y esto de nuevo…”, me acuerdo de eso que decía Heráclito, algo así como que nunca nos bañamos dos veces en el mismo río porque el agua siempre está corriendo. Cada repetición… en cada vuelta de tuerca hay algo que hace que esa experiencia no sea la misma que la que hice ayer o hace cinco minutos… ¿lo qué descubro es eso que me ocurre una y otra vez? ¿qué necesito aprender, practicar, darme cuenta?
Les dejo navegando por ese río que parece que es el mismo y, sin embargo, está en movimiento continuo, cambiando a cada rato. Revisa qué herramientas tienes y te sirven y aquellas que necesitas sustituir, remodelar ,volver a crear.
